El pasado sábado 3 de diciembre, el Colegio Calasanz de las Madres Escolapias acogió un emotivo concierto protagonizado por el seminarista Jaime Salmoreno, antiguo integrante del grupo diocesano La Voz del Desierto. El objetivo de este espectáculo era la recaudación de fondos para la construcción del nuevo templo de la parroquia de San Diego de Alcalá de Henares, actualmente situada en un bajo de la calle Luis de Torres. El dinero de las entradas, los donativos y las ventas del disco revirtieron en este proyecto.
La mayor parte de las canciones que Jaime Salmoreno interpretó en el salón de actos del colegio procedían de su primer disco en solitario «Confidencias, contradicciones y conversión». Acudieron amigos y familiares, algunos de los cuales no dudaron en subir al escenario e interpretar con él alguna de sus canciones más conocidas: la cantante “Beles”, su propia hermana Mª José, y los sacerdotes Jesús Javier Mora “Curry” y Alberto Raposo, entre otros. Fueron numerosos feligreses de la parroquia de San Diego, así como las madres escolapias Lourdes, Carmen y Teresa los que disfrutaron del concierto de Jaime.
Entre el público también pudo verse al Sr. Obispo, Mons. Juan Antonio Reig Pla, que llegó acompañado por el párroco, D. Matías Ares Martín. Al terminar la representación, ambos subieron al escenario para dirigirse a los espectadores. D. Matías empezó dando las gracias a todos los que habían participado en la organización del concierto. “Habéis puesto los dones que Dios os ha regalado: la canción, la armonía, la estética,… para una cosa tan buena, tan noble y tan digna como es construir un templo donde se alabe al único Dios verdadero, al Señor encarnado y resucitado. ¡Y además bajo una advocación tan bonita y una vida tan ejemplar y tan maravillosa como es nuestro querido santo San Diego de Alcalá!”. Estas palabras arrancaron el aplauso entusiasta del auditorio.
D. Matías anunció que, como pago al sacrificio realizado y a la nutrida asistencia para tan noble fin, “como los de San Diego somos pequeños en estructuras pero grandes de corazón, mañana [domingo 4 de diciembre] dedicaremos la Santa Misa de doce por todas vuestras intenciones, para que el Señor os llene de su paz y de su bendición”, concluyó el párroco.
A continuación, tomó la palabra Mons. Reig Pla, quien explicó que “todo empieza igual: como un granito de mostaza”. El Obispo empezó a dar algunas pistas sobre la construcción del nuevo templo: “¿Cuándo será y cómo? Dios lo sabe. Pero esta noche hemos puesto el primer granito de mostaza. ¡Y cualquier día ponemos la primera piedra! Todo eso depende de don Matías y de las prisas que él tenga, porque las cosas, más o menos, entran en el ritmo de Dios”.
D. Juan Antonio agradeció especialmente a Jaime su trabajo y su servicio en la parroquia de San Diego. “A través de los textos de la Sagrada Escritura y de la música, hemos pasado una velada verdaderamente estupenda”.
El acto concluyó con la bendición final impartida por el Sr. Obispo.